Te cuesta soltar el control porque tu cerebro asocia "hacerlo perfecto" con "estar a salvo".
El problema es que eso te deja en pausa constante.
Tu entrenamiento mental: aprender a accionar sin garantías.
Empezá por pasos pequeños, celebrá el progreso y entrená tu mente a tolerar el error como parte del avance.
Tu mente tiene un patrón, pero también la capacidad de reentrenarse.
Lo importante no es forzarte a "hacer más", sino aprender a usar tu cerebro a tu favor.